¿CÓMO HACER UNA AUTOEXPLORACIÓN DE LA PIEL?

 

La autoexploración cutánea consiste en visualizar toda la superficie corporal incluyendo el cuero cabelludo. Es recomendable realizarla cada tres meses La habitación donde se realice debe estar bien iluminada, y tener una temperatura que permita a la persona estar desnuda. También es necesario disponer de un espejo de cuerpo entero, uno de mano, una silla y un taburete.

 Frente al espejo visualice la parte anterior del tórax, abdomen, región pélvica y piernas, brazos y antebrazos, manos, espacios interdigitales y uñas. Inspeccione también la cara y cuello, parte posterior de los codos y antebrazos, axilas, y debajo de las mamas.

 De espaldas al espejo de cuerpo entero y con la ayuda del espejo de mano, inspeccione la parte posterior del cuerpo: cuello, orejas, hombros, parte superior e inferior de la espalda, glúteos y piernas.

 Siéntese con los pies apoyados en un taburete y, con el espejo de mano observe la zona genital, y los laterales de las piernas hasta los tobillos. Continúe inspeccionando los pies (planta y dorso), dedos, espacios interdigitales y uñas.

Por último, examine su cuero cabelludo. Para ello, colóquese frente al espejo y ayúdese de un secador de pelo o de la de un conocido, familiar o amigo.

Autoexplorando la propia piel pueden aparecer nuevas lesiones (lunar, mancha, costra) o variaciones de las existentes (un lunar que cambia de forma, tamaño, color, picor,secreción).

El aspecto de las lesiones que pueden presentar los cánceres de piel es muy variado. En el caso de los carcinomas, destacan la aparición de manchas (generalmente rojizas) que pueden descamarse y sangrar, nódulos (elevaciones o prominencias redondeadas en la piel) y úlceras que no cicatrizan.


 

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